El pasado 24 de diciembre, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el Real Decreto-ley 9/2024, confirmando la prórroga de la moratoria contable hasta el cierre del ejercicio que se inicie en 2026. Esta extensión otorga un respiro temporal a las empresas, permitiendo que no computen las pérdidas de 2020 y 2021 a efectos de determinar si incurren en causa de disolución.
Sin embargo, aunque esta medida busca evitar el cierre prematuro de negocios afectados por la pandemia y la crisis económica, no está exenta de riesgos. En este artículo, analizamos sus efectos, los desafíos que plantea y las estrategias clave para que las empresas aprovechen este margen sin comprometer su estabilidad futura.
Tabla de contenidos
- 1 ¿Qué implica la prórroga de la moratoria contable?
- 2 ¿Por qué se ha prorrogado nuevamente esta medida?
- 3 Casos prácticos: ¿cómo afecta esta medida a las empresas?
- 4 Los riesgos de depender de la moratoria contable
- 5 Estrategias para aprovechar la moratoria sin riesgos
- 6 Alternativas a la moratoria: qué otras opciones tienen las empresas
- 7 Conclusión: una prórroga con luces y sombras
¿Qué implica la prórroga de la moratoria contable?
La moratoria contable es una medida excepcional que permite a las empresas no considerar determinadas pérdidas al evaluar su situación patrimonial. En este caso, la prórroga implica que las pérdidas de 2020 y 2021 seguirán sin computarse durante los ejercicios 2025 y 2026 para determinar si una empresa debe entrar en causa de disolución.
El objetivo es permitir que las empresas con dificultades financieras no se vean obligadas a liquidarse de inmediato y dispongan de más tiempo para recuperar la estabilidad económica. Esta decisión se ha tomado en un contexto de incertidumbre, donde las compañías han afrontado no solo los efectos de la pandemia, sino también la inflación, la crisis de suministros, el encarecimiento energético y la subida de los tipos de interés.
¿Por qué se ha prorrogado nuevamente esta medida?
El Gobierno ha argumentado que muchas empresas siguen arrastrando problemas estructurales a raíz de la crisis del 2020. Aunque algunas ya han logrado estabilizarse, otras siguen enfrentándose a problemas de rentabilidad y solvencia. La prórroga de la moratoria pretende evitar que estas compañías desaparezcan de golpe, generando un impacto negativo en el tejido empresarial.
Sin embargo, este aplazamiento no resuelve el problema de fondo, ya que muchas empresas tendrán que enfrentarse a la dura realidad en 2026, cuando las pérdidas acumuladas vuelvan a sus balances.
Casos prácticos: ¿cómo afecta esta medida a las empresas?
1. Empresas al borde de la disolución que encuentran alivio
Imaginemos una pyme del sector industrial con grandes pérdidas en 2020 y 2021. A cierre de 2024, su patrimonio neto estaba por debajo de la mitad del capital social, lo que la obligaría a disolverse o a ampliar capital.
Gracias a la moratoria, puede evitar la disolución inmediata y ganar tiempo para mejorar su rentabilidad y estructura financiera.
2. Empresas en equilibrio que pueden planificar mejor
Otra empresa del sector servicios logró estabilizarse después de la pandemia y tiene un balance positivo al cierre de 2024. Aunque la moratoria no le afecta directamente, sí le permite planificar sin urgencias cómo gestionar su estructura de capital en los próximos años.
3. Empresas en crisis que deben actuar sin demora
Por otro lado, un negocio del sector retail que acumula pérdidas estructurales desde antes de la pandemia no se beneficiará de la moratoria y tendrá que buscar soluciones como reestructuración o fusión con otra empresa.
Los riesgos de depender de la moratoria contable
1. El “efecto burbuja”
Postergar el reconocimiento de pérdidas no significa que desaparezcan. Al finalizar la moratoria en 2026, las empresas deberán integrar las pérdidas en sus balances, lo que podría provocar un colapso financiero si no se han tomado medidas a tiempo.
2. Responsabilidad de los administradores
Los directivos siguen teniendo la obligación de actuar si su empresa está en causa de disolución. No tomar decisiones adecuadas a tiempo podría generar responsabilidades personales por las deudas sociales.
3. Impacto fiscal
No contabilizar las pérdidas ahora puede afectar la compensación de bases imponibles negativas y otros beneficios fiscales en el futuro, por lo que es crucial contar con una buena planificación fiscal.
Estrategias para aprovechar la moratoria sin riesgos
- Auditoría interna y revisión de balances: Evaluar periódicamente la situación financiera y prever el impacto del fin de la moratoria en 2026.
- Optimización fiscal y contable: Trabajar con una asesoría fiscal en Alicante para identificar ajustes y oportunidades fiscales que minimicen riesgos.
- Reestructuración y diversificación: Optimizar la estructura financiera, reducir deudas y diversificar la actividad.
Alternativas a la moratoria: qué otras opciones tienen las empresas
Si bien la moratoria puede ser útil, no es la única solución. Las empresas con problemas financieros tienen otras alternativas para evitar la disolución:
1. Financiación bancaria o privada
Solicitar créditos o líneas de financiación puede reforzar la liquidez y mejorar la estabilidad del negocio.
2. Ampliaciones de capital
Para empresas con problemas de solvencia, una ampliación de capital puede ser clave para fortalecer el patrimonio neto.
3. Fusiones y adquisiciones
Unir fuerzas con otra empresa puede ser una estrategia efectiva para garantizar la continuidad y mejorar la competitividad.
4. Renegociación de deuda
Las empresas pueden renegociar sus préstamos con entidades financieras o inversores para obtener condiciones más favorables.
5. Creación de planes de contingencia
Las empresas deben prepararse para distintos escenarios en 2026, analizando qué acciones pueden tomar si su situación financiera sigue sin ser estable.
Conclusión: una prórroga con luces y sombras
La nueva prórroga de la moratoria contable hasta 2026 representa un alivio temporal para muchas empresas, pero no debe ser vista como una solución definitiva.
Las compañías deben aprovechar estos dos años para fortalecer sus finanzas, optimizar su estructura y planificar estrategias a largo plazo. De lo contrario, el final de la moratoria podría convertirse en un problema aún mayor.
En este contexto, contar con el apoyo de una asesoría de empresas en Alicante puede marcar la diferencia entre superar la crisis con éxito o enfrentarse a serias dificultades financieras.
Si necesitas asesoramiento para tu empresa, en Garanta te ayudamos a analizar tu situación y diseñar estrategias personalizadas para garantizar la continuidad y el crecimiento de tu negocio.
¡No dejes pasar la oportunidad de prepararte para el futuro! Contáctanos hoy mismo.